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ReConocerse como Empresa Familiar
La condición necesaria para definir Empresa Familiar es que la propiedad de la empresa corresponda a una persona o una familia.
Esto sin importar su tamaño ya que todas inician como micro emprendimientos, alcanzan mayoritariamente el ser PyMes, y en un porcentaje alto llegan a grandes empresas.
A esto se suma la visión de continuidad más allá de los fundadores, que acompaña todo el trayecto, en muchas oportunidades con altibajos, por la inseguridad que produce el contexto, el desconocer los intereses de los herederos, o por el contrario conociéndolos, no ver un destino común.
Podemos agregar la gestión de la empresa a cargo de integrantes familiares como un aspecto indiscutible en la 1ra. Generación, no necesariamente en las siguientes.
El trabajo de campo realizado con empresarios dueños de empresas familiares del sudoeste bonaerense deja traslucir que el concepto en sí mismo empresa familiar, aparece como poco “sentido” por sus protagonistas lo que se refleja en la ausencia de acciones adecuadas llegado el momento del traspaso generacional.
Considerando la evolución de los distintos ciclos de vida de sus tres dimensiones, podemos distinguir: Aquello que alguna vez fue un sueño, luego se transformó en visión e impulsó las acciones necesarias para dar origen a “el taller”, “el negocio”, “el laboratorio”, “el hangar”, “el campo”, y de la mano de las fortalezas propias de este tipo de emprendimiento, logró crecer en años y tamaño, expresado hoy en una cantidad impensada de empleados, clientes, proveedores, sucursales, facturación.
ESTO ES, LA EMPRESA.
Del pequeño lugar en la casa familiar, a la estructura de cientos/miles de metros cuadrados o las nuevas instalaciones en el lugar adecuado; de las primeras hectáreas “peladas” compradas con dinero prestado, al campo de grandes extensiones o no tan grandes pero a su vez cuantiosas en valor económico.
ESTO ES, LA PROPIEDAD.
De los jóvenes recién casados o aún solteros del inicio, dedicados a full en el proyecto de mejora económica y social, involucrando con el tiempo a hijas e hijos en las necesidades del negocio, financieras, patrimoniales, laborales, acompañando sus decisiones, hasta convivir con nietas y nietos en esta nueva era digital.
ESTO ES, LA FAMILIA.
Ahora bien, estas tres dinámicas puestas en un mismo escenario y sin dimensionar su impacto conjunto, constituyen un importante factor de riesgo para la continuidad anhelada.
Generando de esta manera las primeras señales de conflicto manifestadas en tensión e inquietud dentro de la empresa y/o en el ámbito familiar.
En resumen, el proceso de Re Conocerse como empresa familiar es el puntapié inicial para llegar a la ejecución de un plan previamente diseñado y acorde al historial de la empresa y la familia, su momento actual y la visión compartida entre quienes liderarán el futuro.
Autora: Lic. Silvia Batista. Consultora de Empresas de Familia y Gestión de Patrimonios