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Miele, Empresa Familiar del año
Markus Miele y Reinhard Zinkann “Empresario Familiar del año”
Después de 111 años en el negocio, Miele es una empresa familiar, siendo los actuales directores y copropietarios Markus Miele y Reinhard Zinkann, cuarta generación desde sus fundadores.
Este año “Intes Academy for Family Companies”, de Alemania ha galardonado a los co-propietarios de Miele como “Empresario Familiar del Año”.
Por primera vez, desde la creación de este galardón, se ha otorgado a dos personas que representan el esfuerzo y buen hacer de cuatro generaciones de familias, que dejando sus intereses personales de lado, se unen para hacer de Miele una de las empresas más sólidas, eficientes y exitosas del mundo.
Es por ello que este modelo de co-gestión es ejemplo para otras empresas familiares para hacer frente a la presente coyuntura económica mundial.
Miele es el tercer fabricante más importante en Alemania de aparatos electrodomésticos con una importante presencia en el mercado Europeo. Sus principales competidores son Bosch, Siemens y Electrolux. La compañía es bien conocida por sus lavadoras resistentes y durables, secadoras, planchas rotativas, lavavajillas, refrigeradores, congeladores, estufas y aspiradoras. Miele también fabrica lavadoras comerciales usadas en hoteles, lavavajillas comerciales para restaurantes, extractores especiales para la limpieza de detectores de humo y lavadoras desinfectantes para hospitales y laboratorios médicos.
Sus inicios:
El propósito inicial de la compañía, que fue fundada por Carl Miele y el comerciante Reinhard Zinkann en la ciudad de Westfalia de Herzebrock en 1899, era la producción de máquinas centrifugadoras de leche para la producción de crema y mantequilla usadas en las granjas locales. Los once trabajadores empleados, por lo general hijos de los granjeros, realizaban sus labores en un granjero adaptado como taller sobre las premisas de un molino antiguo. Pronto la compañía comenzó a hacer las mantequeras con un mecanismo de mezclado con un agitador, liberando así a las esposas de los granjeros locales del batido a mano para la producción de crema y mantequilla.
Fue así como surge la idea de Miele y Zinkann de crear la primer lavadora usando el mismo método que la centrifugadora de leche: un cubo de madera y un agitador. A principios del siglo XX lavar la ropa era un trabajo manual arduo y pesado que tardaba varios días. La ropa sucia se dejaba remojando durante 24 horas en agua jabonosa. Después de frotar a mano las manchas más difíciles, la ropa se metía en una tina de madera con agua hirviendo y era agitada manualmente con una paleta de madera.
Por todo lo anterior no es de sorprenderse que bajo estas circunstancias la demanda de las lavadoras era muy grande. Se puede decir que Miele y Zinkann le habían “dado al calvo” al tomar la decisión correcta de fabricar lavadoras, facilitando las labores del hogar y quitándoles a las amas de casa una gran carga de trabajo. La producción de lavadoras los llevaría al éxito.
En 1907 la compañía contaba con 60 empleados. Este año Miele y Zinkann se establecen en Gütersloh, al noroeste de Alemania, ciudad en la cual, después de más de cien años todavía se encuentran las oficinas centrales. También aquí en Gütersloh en 1907 Miele y Zinkann establecieron sus primeras cuatro oficinas de venta regionales.
Para 1914, año en el cual comenzó la Primera Guerra Mundial, Miele empleaba ya a más de 500 personas. Miele es y ha sido siempre una empresa comprometida con sus trabajadores y desde entonces para asegurar su lealtad, los fundadores de la compañía crearon un paquete de prestaciones para sus empleados. En 1909, introdujeron un plan de salud de la compañía. Un año más tarde, fueron construidas 200 viviendas para sus empleados. En el mismo año, los empleados de Miele recibieron su primer bono navideño. Una década más adelante, se creó un fondo de jubilación de la compañía.
Ya para 1916 se termina la construcción de otra fábrica, en Bielefeld, al norte de Gütersloh, para la producción de los componentes de los separadores ó centrifugadoras de leche y los motores eléctricos.
Durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial Miele continuó refinando sus centrifugadores de leche, mantequeras y lavadoras. En 1924, ya había 24 diferentes modelos de lavadoras Miele en el mercado. Este mismo año la compañía se veía completamente aventurada en el mercado creciente de las lavadoras y los secadores comerciales. En 1927, la compañía introdujo el primer aspirador. En 1929 Miele lanza el primer lavaplatos eléctrico para el uso doméstico en Europa y en 1930 la compañía posiciona una lavadora hecha completamente de metal en el mercado.
Concentración en la fabricación de electrodomésticos, receta segura de éxito
Otra área de la compañía la cubría la producción de vehículos motorizados. En 1912 Miele era uno de los muchos fabricantes interesados en entrar al mercado emergente automovilístico. La compañía hizo vehículos de pasajeros con dos y cuatro asientos, limusinas, y carros de recolección, fabricando unos 120 vehículos antes de que esta parte del negocio finalmente fuera abandonada.
“En aquél entonces mi abuelo y su socio se dieron cuenta rápidamente que con el tiempo no podrían sostener la fabricación de automóviles. Esto solamente lo podían hacer empresas con un gran capital, lo cual no era el caso de Miele. Ellos, muy acertadamente decidieron muy a tiempo dejar a un lado el mundo de los vehículos” cuenta Peter Zinkann, nieto del fundador y Director de Miele hasta 1999 en entrevista para la Deutsche Welle.
Entre 1924 y 1933 Miele fabrica bicicletas e introduce su primera motocicleta. La corriente constante de innovaciones ayudó a la compañía a sobrevivir el inestable periodo político y económico entre las dos guerras mundiales. Carl Miele y Reinhard Zinkann llevaron al éxito a la compañía desafiando la estabilidad económica en el mundo.
Carl Miele murió en 1938, Reinhard Zinkann en 1939. Para ese entonces la compañía contaba con 2,700 empleados y cerca de 2,000 productos Miele eran producidos diariamente y exportados a varios países. La compañía había desarrollado una red de almacenamiento, salones de muestra y oficinas de venta en Alemania y el exterior. Las oficinas de venta habían sido establecidas en Austria, Bélgica, Francia, Polonia y Argentina. El primer subsidiario en el exterior de la compañía fue fundado en Suiza en 1931.
Miele después de la Segunda Guerra Mundial
La guerra interrumpió el crecimiento dinámico de la compañía al serle ordenada a cubrir las necesidades de la Wehrmacht (Ejercito Alemán). Paralelamente la compañía continuó con la fabricación de bicicletas y automóviles.
Después de la Guerra, Miele se ajustó a las necesidades básicas de esos tiempos. La compañía redujo drásticamente la fabricación de lavadoras y continuó con el área automotriz la cual venía fabricando desde 1919. Para 1949 la gama de productos de Miele se había reducido considerablemente. Sin embargo, los años de reconstrucción le dieron paso al “milagro” de los años 50s y 60s.
Para satisfacer la demanda de la posguerra Miele amplió sus capacidades de producción. Las nuevas fábricas fueron construidas o adquiridas en Euskirchen, Lehrte, y Warendorf, en Alemania, y en Bürmoos, Austria. Los años 60 y 70 trajeron mecanismos de control más sofisticados basados en microelectrónica. En 1969, entró rápidamente al mercado emergente de las cocinas integrales, su estrategia era que, en vez de vender un lavaplatos o un refrigerador Miele a la vez, la compañía podría vender una cocina entera equipada con un número de aplicaciones Miele a un solo cliente. “Hoy en día las cocinas integrales de Miele –aunque no son baratas- siguen siendo unas de las más solicitadas en el mercado”. Afirma Pula Rosch, vendedora de “XXXL Neubert” una prestigiosa tienda de muebles en Alemania.
Otra extensión en las actividades de la compañía son la fabricación de lavadoras especializadas para el uso comercial. En 1984, la compañía puso en marcha una nueva línea de lavadoras y secadores comerciales Por estos años la compañía también refinó su línea de lavaplatos comerciales para los restaurantes y máquinas para la limpieza y desinfección de instrumentos quirúrgicos usados en hospitales y laboratorios de investigación médica.
Una nueva generación, años de crecimiento y expansión
En 1985 el copropietario Kurt Christian Zinkann, fallece. Un año después Carl Miele, Jr. también muere. Sus hijos Rudolf Miele y Peter Zinkann, nietos de los fundadores de la compañía abrieron un nuevo capítulo en la historia de Miele. Ellos se centraron fuertemente en la expansión internacional. A mediados de los años ochenta, la compañía había agregado subsidiarios extranjeros en Australia, Suráfrica, Irlanda, y los Estados Unidos además de su subsidiario existente en Suiza.
Durante los 17 años siguientes, las operaciones internacionales de la compañía se extendieron a 31 países. Hoy por hoy la representación de Miele está presente en 45 países. Entre ellos México, Chile y España. Miele España aparece por primera vez en el país ibérico en 1966 y cuenta con una plantilla de más de 180 empleados y una sólida red de distribución y asistencia técnica a nivel nacional.
A principio de los 90 Miele se extiende a muchos países del este de Europa, incluyendo Rusia. Otro nuevo mercado de los años 90 fue Asia, en donde la compañía fundó subsidiarios en Japón, Hong Kong, y Singapur.
Hoy en día, Miele está presente en más de 10 países de América Latina. En México desde el 2001 con una planta de 35 empleados. En Chile Miele se estableció en el 2007 tras la fuerte demanda de productos de la marca, siendo así la primer filial en Sudamérica. Chile cuenta con aproximadamente 30 empleados.
Representantes o importadores de la marca existen en Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Sin embargo puntos de producción son solo 12, ocho ubicados en Alemania, Austria, China, Checoslovaquia y Rumania. La cifra de empleados a nivel internacional que actualmente registra la compañía es de 16mil empleados.
Otro punto importante de inversión hoy en día son los “Show Rooms” o “Galerias” algunas de las nuevas instalaciones se encuentran en Adelaide, Barcelona, Nueva Delhi, Londres, Kiew y Riga en Letonia. Desde octubre de 2010 en el corazón de Santiago de Chile quedó terminada la Galería de Miele. Una galería de arte de 1,500 metros cuadrados.
Mientras que la compañía invertía fuertemente en la conquista de mercados extranjeros, cabe destacar que Miele no siguió la tendencia de otras compañías de mover su producción al extranjero para ahorrar costos, por el contrario, la compañía concentró todos los puntos de fabricación a no más de un día de viaje de distancia de las oficinas centrales.
Miele, una decisión para la vida
A pesar de los altos costos de fabricación por la mano de obra tan cara en Alemania y Asutria, está comprobado que el cliente de Miele está dispuesto a pagar un precio más elevado por el producto -pero del cual sabe- obtendrá una calidad superior.
Una fuerza importante en la política de Miele y en la estrategia empresarial fue el hecho de demostrar la calidad de sus productos en la vida útil de éstos. Miele garantiza una vida media de 20 años, en sus productos o 5,000 horas de uso. Ninguna otra marca de electrodomésticos ofrece una vida tan prolongada. Esta política le dio y le ha dado a Miele varias veces en diferentes productos reconocimientos de calidad por parte de la Organización Alemana de Consumidores, “Stiftung Warentest” y fue expresada en la compañía bajo el lema de Miele: “Una decisión para la vida» .
Según el Frankfurter Allgemeine Zeitung, en 1990, los réditos de la compañía rebasaron los 3 mil millones de Marcos Alemanes por primera vez (1,5 mil millones de Euros). En 1999 cuando la compañía celebró su centenario, Miele registro un total de 3,9 mil millones de Marcos Alemanes (1,9 mil millones de Euros) y empleó una mano de obra de 14,364. En ese año, el 56% de las ventas vinieron de las exportaciones. Hoy en día, a pesar de la crisis económica mundial, Miele registra una venta récord de 2,83 mil millones de Euros, según su reporte empresarial de 2010. Esto significa un crecimiento del 2.2 por ciento. Con esto Miele batió su propio record al alcanzar las ventas más altas desde hace 111 años de existencia. Este año se ha compensado con las ganancias al dejar atrás las cifras negras del año pasado con pérdidas mínimas del 1.3%. “Esto demuestra una vez más que la concentración consecuente en la calidad, innovación y sustentabilidad -también bajo condiciones económicas y entornos poco amigables- valen la pena” afirma Olaf Bartsch, Director Administrativo y de Finanzas de la compañía.
Fuentes:
http://www.alemaniaparati.diplo.de/Vertretung/mexiko-dz/es/07-PoliticaEconomia/FeriasProductos/Miele.html#topic31
http://www.miele-prensa.es/es/prensa/miele_film_7187.htm