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Mantendrás tus conflictos fuera de los tribunales
La empresa familiar, que necesita oportunidades para expandirse y ayudar a generar empleo en el país, puede ser una bendición o transformarse en un dolor de cabeza. Ofrece ventajas importantes, como un fuerte sentido de pertenencia y un marcado compromiso con sus colaboradores y su entorno, pero para que sus fragilidades no amenacen con su integridad es necesario que tome algunos recaudos, como hacer un protocolo para definir a priori ciertos modos de actuar de los familiares.
«Cuando la familia que comanda la empresa tiende a tirar los problemas bajo la alfombra porque prefiere evitar enfrentamientos, basta una chispa, como por ejemplo un desacuerdo entre hermanos, para provocar una explosión. Y si se trata de la muerte del fundador, las posibilidades de conflicto son todavía mayores», dice Eduardo Favier Dubois, director y fundador del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (Iadef), asociación civil fundada en 2010 que busca proteger a la empresa familiar haciéndola consciente de sus oportunidades y amenazas y capacitando a consultores en el mismo sentido.
Más humana
«Tiene políticas para retener al trabajador»
«La empresa, que es un sistema de por sí tan duro, se humaniza en la empresa familiar», reflexiona Dubois. Además de tener un peso propio por representar el 70 por ciento de las compañías en el país, afirma el director, las empresas familiares contribuyen a reforzar el tejido social. Como están pensadas para el largo plazo, crean una relación de confianza con sus clientes, trabajadores y proveedores, y en general están muy comprometidas con el medio donde se encuentran radicadas.
Se piensa mucho antes de despedir a alguien. «Si hace falta, se trabaja provisoriamente por menos dinero o incluso el fin de semana. Si se tienen deudas, se sigue operando porque no se plantea la posibilidad de cerrar», explica Dubois. De hecho, «en la última crisis española, de cien empresas que quebraron sólo quince eran familiares», ejemplifica el abogado. Al producirse una identificación entre la familia y la empresa, valores que son propios de la familia, como el cuidado, la protección y la continuidad, se van trasvasando y contagiando a la compañía. Se cree que, al igual que la familia, la empresa es también para siempre.
La mujer, aún relegada
«Es más fuerte el machismo?que la desconfianza hacia los parientes políticos»
Por otro lado, las peleas más típicas son las que surgen entre padres e hijos. «Ese choque de visiones es el que movió al mundo, pero es justamente ahí donde en la empresa familiar surgen los conflictos más importantes», puntualiza el director del Iadef. «El hijo explica que cambiaron los tiempos y los procedimientos y el padre le recuerda quién creó la compañía», precisa. También son una constante los conflictos de roles entre los hermanos, la desconfianza que se tiene hacia los parientes políticos y el problema del machismo, que se agrava cuanto más lejos se está de los centros urbanos. «Hay padres que todavía hoy prefieren dejarle la empresa al yerno y no a la hija», cuenta Dubois.
El protocolo como salvaguarda
«Después de hacer el pacto
de protocolo, la empresa familiar anda mejor que la no familiar»
«Justamente porque la empresa suele confundirse con la familia, muchas veces hay una caja única que paga los gastos de los parientes», indica Dubois. «Además, son ruinosas las compensaciones que puede hacer una madre a un hijo con problemas nombrándolo por ejemplo gerente de un área», agrega. Por eso es indispensable hacer un trabajo de protocolo para articular una relación que efectivamente les sirva a la familia y a la empresa.
Entonces la familia se reúne periódicamente con un consultor para elaborar la visión que tiene cada uno de la compañía y definir los procedimientos para las áreas más sensibles, como el manejo de la caja, los criterios de incorporación y remuneración de los familiares y «si los hermanos van a tener el mismo sueldo o si va a variar según la jerarquía del trabajo de cada uno».
En general también se aprovecha la oportunidad para profesionalizar la compañía y establecer reuniones periódicas del directorio y la elaboración y difusión sistemática de información. «Los que están cómodos no aceptan que venga alguien de afuera a marcar ciertas reglas; el hijo que trabaja en la empresa y usa la caja para sus gastos no quiere hacer un protocolo de equidad para que el hermano que no trabaja allí tenga un equilibrio», aclara Dubois.
Medidas legales de reaseguro
«Hay diez mandamientos
aconsejables»
«El protocolo es un código de conducta que la familia asume frente a la empresa y que como tal tiene validez moral. Pero como en nuestro país hay una propensión a transgredir lo acordado, conviene a la vez tomar medidas legales que obliguen a implementarlo, como disponer, entre otros, contratos de sociedades, fideicomisos y testamentos».
Dubois hace referencia a diez mandamientos legales para tener en cuenta en toda empresa familiar. «De todos, el más importante es no llevar los conflictos a los tribunales porque esa instancia destruye la familia y también a la empresa», concluye.
Profesión: abogado
Nacionalidad: argentino
Doctor en Derecho Comercial por la Universidad de Buenos Aires
Fue durante 18 años y hasta 2004 juez en lo comercial de la Nación en la ciudad de Buenos Aires
Publicó 16 libros y varios artículos sobre temas de su especialidad
Periodista: Loris María Bestani
Fuente: Lanacion