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La empresa familiar resiste a las crisis
La empresa familiar resiste a la crisis y tiene motivos para no bajar la persiana
La empresa familiar a medida que pasan sus años evolutivos y el entorno la influye con impactos negativos, primero nota una crisis de liquidez, luego una crisis de resultados y llega a la crisis de sus operaciones, en la cadena de valor. Habitualmente estas crisis a medida que pasan se van esquivando, silenciando o cubriéndose con infinitos argumentos, lo cierto es que la empresa familiar por su ADN “de familiar” tiene motivos para continuar activa.
Cuando las circunstancias son duras (caídas de ventas y dificultad de acceso al crédito o encarecimiento del mismo) la empresa familiar se resiste a vender o cerrar, son muchos los empresarios familiares que no se permiten bajar los brazos, a pesar de que escasee el dinero y los números sean los que son, no obstante suelen consentir que la incertidumbre avance como una enfermedad sobre socios actuales y futuros, padres e hijos, matrimonios, hermanos y primos unidos por sangre, afecto y por la empresa. Porque cuando aprieta el cinturón y hay que dejar de pagar premios, extras, dividendos o toca poner patrimonio familiar para avalar un crédito y soportar el funcionamiento de la empresa, no es de extrañar que surgen conflictos de intereses y posiciones encontradas.
Cuando es la misma familia empresaria la que pierde la confianza, duda sobre su rumbo, pierde fuerza y se muestra dividida, es entonces cuando la CRISIS hace su gran BOOM. Finalmente se llega a una crisis estratégica de falta de visión a dónde vamos.
En momentos así, la clave de supervivencia es subir la moral de las tropas, ocuparnos de reencontrarle el sentido a “ser empresa familiar”. Es tiempo de unirse, es el momento en que toca ponerse la camiseta de familia empresaria; tomar una actitud familiar responsable para estar a la altura de las circunstancias y buscar respuestas con conocimiento y libertad desde la adultez.
Todos sabemos que en la Empresa Familiar el proyecto vital pasa por la empresa, así se transmite de padres a hijos, y se confunde el todo vale por preservar el patrimonio familiar que con tanto tiempo y dedicación se construyó con años y sacrificios. Por esta razón, la actitud es repensar y repensarse, desaprender y aprender, potenciar el espíritu emprendedor, clarificar con que patrimonio familiar se cuenta, y ser creativos estando juntos para salir adelante.
Cada día se ven más familias empresarias que aprenden a convivir con este entorno y gestionar la relación empresa y familia con nuevas herramientas, la crisis les hace encauzar energías para fortalecerse y no debilitarse.
5 recomendaciones para una empresa familiar en una época de crisis:
1. Consensuar una visión. Este concepto engloba dónde queremos ir, cómo queremos llegar familia & empresa.
2. La puesta en marcha de un Directorio con la incorporación progresiva de profesionales no familiares
3. La existencia de reuniones familiares periódicas sobre temas que afectan a la familia empresaria en la que participan familiares de las diferentes ramas y generaciones.
4. La clarificación de las funciones y responsabilidades de cada persona.
5. Aprender y prepararse en temas de Empresa Familiar. Esto va a permitir a la familia empresaria reconocer sus capacidades para gestionarse en momentos de crisis y moverse más rápidamente en decisiones críticas, y tener una ventaja competitiva.
Autora: Natalia Christensen. Asesora de Empresa Familiar. Socia Activa IADEF y Directora de Capacitación IADEF.