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Formación de Empresa Familiar
SI BIEN GRAN PARTE DEL CAPITAL DE UNA EMPRESA FAMILIAR ES EL AMOR POR LO QUE HACE, LA INTUICIÓN PARA HACERLO Y EL DESEO DE QUE TRASCIENDA LAS GENERACIONES, LO CIERTO ES QUE PARA QUE EL NEGOCIO SE MANTENGA RENTABLE Y LA FAMILIA UNIDA, ES NECESARIO CONTAR CON CONOCIMIENTOS Y HERRAMIENTAS QUE BRINDA LA CAPACITACIÓN PROFESIONAL.
En la República Argentina, las empresas familiares son actores clave en el entretejido empresarial, ya que representan más del 50% de la actividad económica del país, al generar un elevado porcentaje del Producto Bruto Interno y conformar la mayor fuente del empleo privado. Sin embargo, según las cifras que indican desde el IADEF (Instituto Argentino de la Empresa Familiar), las estadísticas demuestran que sólo cerca del 30% de las empresas familiares en Argentina alcanzan la segunda generación y menos del 10%, la tercera.
Esta tendencia está presente prácticamente en todo el mundo y responde, principalmente, a diferentes motivos que le son propios a este tipo de empresas: falta de organización empresarial y de la familia, problemas relacionados a la incorporación de parientes, confusión entre los bienes familiares y los de la empresa, falta de una planificación societaria y sucesoria, inexistencia de normas y acuerdos que regulen relaciones y acciones, etcétera. Por estas razones, es necesario que a la empresa familiar se le otorgue un tratamiento especial y un abordaje particular, justamente por tener características que le son propias y que las diferencian de las empresas tradicionales. “La idea de que el fundador deja su vida en la empresa, para que luego sus hijos la disfruten y sus nietos la dilapiden, debe ser dejada de lado, por lo menos, como una afirmación absolutista”, dice Belén Trincado, Socia Activa del IADEF y Directora de la Diplomatura en Gestión, Gobierno y Profesionalización de la Empresa familiar, que brinda el Instituto en alianza con la Universidad Católica de Cuyo. “Como consultores de empresas familiares apuntamos a tener una visión más optimista y estamos seguros de que una de las principales herramientas para revertir esa tendencia es la capacitación”, asegura la especialista. Debe darse por sentado que en una empresa familiar todas las generaciones hacen aportes fundamentales y que cada una tiene su impronta y características bien marcadas. La primera generación es la encargada de fundar la empresa desde la intuición y la informalidad; la segunda, tomará el mando intentando formalizar los procesos, y la tercera es la que dará el salto hacia la transformación digital, la internacionalización, el desarrollo de nuevos productos y servicios, etc. Es fundamental que los encargados de dirigir la empresa, sean de la generación que sean, tengan formación al respecto y, a partir de ella, cuenten con herramientas para aplicar a la gestión. De esta manera, ellos abrirán paso hacia la profesionalización de la Empresa familiar.
Según Trincado, la capacitación debe tener un enfoque interdisciplinario que contribuya al estudio de los problemas relacionados con la elaboración de estrategias en torno al gobierno y dirección de las empresas familiares y a la confección del protocolo de familia, elemento indispensable en este tipo de organizaciones. Debe entrelazar la investigación teórica con la experiencia práctica, de manera tal que los miembros de familias empresarias puedan conocer y aplicar herramientas que le permitan:
- Detectar oportunidades y amenazas que se presentan para la continuidad y desarrollo de la Empresa familiar.
- Contribuir a la continuidad de la Empresa familiar como unidad de importancia para las economías regionales y la sociedad en la cual se encuentra inmersa.
- Comprender la Empresa familiar como organización empresarial particular.
- Entender la superposición sistémica, su dinámica y funcionamiento como partes esenciales de un quehacer conjunto.
- Advertir la problemática particular en cada estadio de la empresa familiar y las maneras de anticiparse o resolver la posible situación conflictiva.
- Conocer los mecanismos de profesionalización empresarial y familiar, en los procesos de crecimiento y desarrollo.
- Profundizar los estudios de los Protocolos de Familia, su inserción dentro de la empresa y el diseño estratégico que conlleva el mismo.
Es indispensable que en la empresa familiar intervenga un punto de vista profesional, ya sea de sus propios integrantes que se formaron al respecto o de consultores externos especializados en el tema. El crecimiento en la demanda de los servicios de consultores de empresas familiares ha ido marcando particularidades que otro tipo de consultoría no exige, justamente, por las características que distinguen a las empresas familiares de las que no lo son. Los consultores de empresas familiares son abogados, contadores y psicólogos, entre otros, a los que les ha sido difícil prestar sus servicios más allá del conocimiento técnico específico que poseen. “Por eso, así como remarcamos la importancia de la capacitación para miembros de las empresas familiares, más importante aún es la capacitación permanente de los consultores de las mismas, ya que tienen la tarea de dar una visión periférica e interdisciplinaria de la interacción de los sistemas familia-empresa-propiedad”, explica la especialista.
“Estamos convencidos de que la capacitación brinda herramientas necesarias de buenas prácticas tanto para la empresa familiar como para la familia empresaria. Debe hacer foco en las nuevas tendencias en procesos de gestión, dirección y gobierno de la empresa familiar, que mejoren la sustentabilidad y la continuidad a través de la unidad familiar”
dice Trincado.
“La formación debe servir para despertar el espíritu emprendedor y el liderazgo a través del trabajo en equipo, para gestionar el capital humano, para conocer estrategias de internacionalización para las pymes familiares, para aprender a afrontar los desafíos de los ciclos generacionales de la empresa familiar, sin olvidar algo fundamental como es la ética empresarial”, concluye.
Autora: Periodista Romina Pierotti
Fuente: ASOCIACIÓN DE DISTRIBUIDORES DE GOLOSINAS, GALLETITAS Y AFINES