A la hora de prevenir o resolver conflictos, es sustancial comprender la importancia del gobierno corporativo y lo que significa para las pymes familiares acoger determinadas habilidades en relación a esta herramienta.

Cuando se habla de la necesidad de profesionalizar la empresa, se habla de conferirle estructuras, sistemas y procesos formales de dirección y de gobierno. Siempre es conveniente empezar por separar las funciones y los roles en la propiedad, en el gobierno y en la gestión diaria de la empresa, aunque se repitan las personas. A medida que la empresa avanza, la interacción interna adquiere mayor sofisticación y complejidad, razón por la cual, si no se desarrollan buenas prácticas de gobierno, la dinámica de la relación puede amenazar la supervivencia de la empresa debido a los conflictos que puedan emerger.

Un peligro se presenta en el paso de un modelo de liderazgo individualista del fundador (toma de decisiones personalista) a un modelo de liderazgo colectivo (toma de decisiones colegiada). El fundador nunca ha necesitado un órgano de gobierno, el decide y ejecuta. Con el ingreso de la segunda y/o siguientes generaciones a la empresa, cuando se cede o comparte la propiedad, comienzan a aparecer los inconvenientes. En esta situación es elemental contar con un órgano de gobierno en la empresa (dinámico y profesional) y un órgano de gobierno en la familia propietaria para organizarla y generar consenso en la toma de decisiones. Esto se cimienta en las personas, en sus relaciones, en las conversaciones y en la actitud que tengan para lograr o no, que estos órganos de gobiernos funcionen efectivamente y no queden como letra muerta en un papel.

Es un proceso por etapas, pero antes de empezar se necesita sensibilizar a la generación fundadora para que comience y apuntale este nuevo proceso de toma de decisiones con el objetivo de separar los roles de propiedad, gobierno y dirección. Es fundamental gestionar la transición en esta etapa de convivencia generacional en el que conviven dos modelos diferentes y antagónicos. Para que los órganos de gobierno puedan actuar de manera efectiva, es necesario resolver las disconformidades y desacuerdos que suelen producirse en este tipo de empresas en la etapa del traspaso generacional. La gestión adecuada de estas tensiones y emociones de las personas involucradas en el proceso, tanto familiares como no familiares, es esencial para el logro de la continuidad de la empresa con armonía familiar. Para un funcionamiento efectivo de los órganos de gobierno en las pymes familiares es de suma importancia las relaciones personales y el trabajo en equipo.

De la teoría a la práctica del gobierno corporativo en las pymes familiares

Desde hace un par de décadas, muchas investigaciones sobre la dirección de empresas han prestado especial interés a las tareas de gobierno en las empresas. Governance y Management, son conceptos que los sajones han definido como independientes, pero que en la práctica están relacionados. Los ámbitos de gobierno tienen la responsabilidad de supervisar a aquellos que tienen a su cargo las tareas de dirección.

Como Consultores de Empresas Familiares Certificados – CEFC®-, advertimos que existe una cultura empresarial subyacente que considera que la mayoría de las decisiones importantes deben ser tomadas en soledad por el número uno de la empresa. Desde esta postura, el gobierno corporativo puede ser visto como un limitante para el desarrollo de la organización. En la mayoría de los casos, el fundador propietario sigue decidiendo todo y los consejos sirven para cumplir un formalismo.

Recomendamos poner en práctica los diversos roles vinculados a la gobernanza de las empresas, con el objetivo de promover la continuidad de la organización en el largo plazo, a partir de la evaluación del equipo directivo.

Bruno Lanciani y Luis García Biagosch
Socios del IADEF. Miembros del Registro CEFC®

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De Emprendedor a Empresario

La problemática de las empresas familiares