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Continuidad: ¿Existe una receta para el éxito?
La principal característica de las empresas familiares es su continuidad de generación en generación. Paradójicamente, en muchos casos, este también es su mayor problema.
8 de cada 10 PYMES son empresas familiares, que además, son las responsables de generar más del 75% del PBI mundial. Este tipo de empresas tiene un impacto muy positivo en la sociedad: genera riqueza, empleo y cultura, asumiendo un alto compromiso con su personal, el medio ambiente y los proyectos a largo plazo, transmitiendo los valores familiares a las empresas.
Sin embargo, las cifras indican que solo un 26% de las empresas familiares sobrevive la segunda generación y solo un 7%, la tercera. Las principales razones se encuentran en la falta de planificación, de protocolos y de procedimientos formalizados, la escasa profesionalización y el manejo inapropiado de los conflictos familiares que son volcados al negocio. Pero entonces, ¿existe una receta para la continuidad de la empresa familiar?
Este interrogante fue el tema alrededor del que se desarrolló la celebración por el Día Internacional de la Empresa Familiar, realizada por el Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), el pasado 5 de octubre. “Es un evento anual en el que se lleva a cabo la Entrega de Premios a Empresas Familiares, apuntando al resaltar el esfuerzo y el trabajo de Familias Empresarias y sus profesionales, quienes nos demuestran que es posible ser exitosos y éticos”, dice Alicia Stivelberg, Directora del Programa de Premios del IADEF. “Creemos que a través del reconocimiento público, así como de la promoción y difusión de estos ejemplos, se establecen indicadores para una verdadera transformación de la sociedad.”
El Día Internacional de la Empresa Familiar es una iniciativa global que surge desde la necesidad de concientizar a la sociedad y a las instituciones públicas y privadas, sobre la importancia de las empresas familiares para el desarrollo socio-económico, político y cultural de cualquier país.
Las recetas de las familias empresarias
“Podemos imaginar la empresa familiar como la mesa que comparte la familia”, plantea la directora. “La analogía con la cultura gastronómica, nos permite pensar en procesos, ingredientes, creatividad, tradiciones, cultura, en aquello que es alimento para el cuerpo y también para el espíritu. Podemos reflexionar sobre las buenas recetas, las malas, las que queremos repetir, las que dejan su sabor por siempre en la memoria compartida”, explica.
A partir de esto, en las empresas familiares exitosas, que obtienen resultados extraordinarios y logran mantenerse en el tiempo, según Stivelberg, pueden verse similitudes en torno a la profesionalización tanto de la familia como de la empresa, la innovación y la responsabilidad social. La clave se encuentra en el equilibrio entre la gestión de la empresa, el ejercicio responsable de la propiedad y la dinámica familiar. “Siguiendo con la analogía, si bien no hay una receta para el éxito y continuidad de la empresa familiar, hay algunos ingredientes que se repiten, por ejemplo, unidad, compromiso y armonía”, dice la especialista.
- Unidad. Implica que existan intereses comunes, una autoridad reconocida, confianza mutua, comunicación, flexibilidad y acuerdos y entendimiento profundo entre las personas.
- Compromiso. Comprende la entrega a un ideal, la responsabilidad sobre el aporte personal a la empresa familiar y el pensamiento a largo plazo.
- Armonía. Surge al compartir un sistema de valores y una buena comunicación. Si existe unidad, confianza y compromiso, se facilita la transmisión de información y su comprensión, haciendo que la comunicación sea intensa y fluida.
Es muy importante tener en cuenta que no existe una fórmula única e irrefutable, ni siquiera para cada empresa familiar. Los problemas de cada una, relacionadas a su entorno, a su cadena de valor y a la propia familia propietaria, son múltiples, variados y cambian a lo largo del tiempo. Lo que hoy funciona, puede no dar buenos resultados en el futuro. Es necesario ir adaptándose a las circunstancias y desarrollando nuevas soluciones para los problemas que vayan surgiendo. Según Stivelberg, es allí donde radica la mayor falla que amenaza la continuidad de las empresas familiares.
Hacerse las preguntas correctas para sentar las bases de una empresa durable
Para sentar las bases de un proceso de profesionalización, las familias empresarias deben hacerse algunas preguntas que les permita la proyección estratégica. A largo plazo, esto constituirá la clave para la trascendencia de la empresa familiar.
- ¿Cuáles son los objetivos de la familia con respecto al negocio?
- ¿Cuáles son los valores que regirán la conducta de los familiares dentro de la empresa?
- ¿Cómo se visualiza la familia respecto al negocio a futuro?
- ¿Cómo encajan las visiones personales de cada miembro en la visión familiar?
- ¿Quiénes de los miembros de la familia quieren trabajar en el negocio y quiénes no?
- ¿Cuáles son los puntos débiles y cuáles los fuertes de cada uno con respecto a la empresa?
Nota publicada en Revista ADGYA
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