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¿Cómo despedir a un familiar?
Los expertos aconsejan afrontar el problema y justificar la decisión.
A un familiar le puede ir mal en el trabajo por varias razones. Quizá se trate de un heredero que se cree con todo el derecho a entregar constantemente sus proyectos tarde. Puede ser una hermana que trabaja media jornada porque le gustaría más ser una artista. O quizá simplemente hablemos de una persona que no tiene la capacitación necesaria y resulta una de las muchas malas contrataciones que hacen las empresas.
Lo que está claro es que no es fácil despedir a un familiar y que si la situación se maneja mal, no sólo puede perjudicar al negocio, sino también dividir a la familia. Si los propietarios esperan demasiado antes de acometer el problema, pueden causar resentimientos que no serán fáciles de aliviar. Y si tratan mal al familiar durante el despido, tal vez quemen puentes difíciles de reparar. «Recuerde que después de todo, tienen que poder sentarse juntos en la mesa en Navidad», dice Raymond Lucas, vicepresidente senior de Planificación Financiera y Capacitación en Integrated Financial Partners.
Con esa premisa en la cabeza, hay algunos consejos de profesionales sobre las mejores formas de lidiar con este tipo de problemas:
Los pasos básicos
Primero, se deberían hacer varios intentos de ayudar al familiar a mejorar sus resultados. Pero una vez que esté claro que las cosas no van a funcionar, afronte el problema rápidamente. «Cuanto más persiste, más empeoran las cosas», dice Joseph Heider, socio gerente regional en Rehmann Financial. Los dueños deberían asegurarse que todos los miembros de la familia están de acuerdo en la necesidad de expulsar a esa persona porque la falta de un frente unido causará turbulencias, dice Karol Ward, psicoterapeuta de Nueva York.
«Si alguien quiere realizar el despido pero se siente emocionalmente culpable, su opinión puede afectar al resto de miembros de la familia», anota Ward. Cuando hay que tomar cartas sobre el asunto, otro miembro de la familia —preferiblemente el jefe— debería programar una reunión para hablar en privado sobre la salida. «Gritarse entre sí frente a otros empleados crea un ambiente de trabajo hostil», apunta Keven Prather, asesor de MassMutual en Cleveland.
Transmitir bien el mensaje
Durante la conversación, los dueños deberían comunicar al familiar que quieren que esté feliz en su trabajo y que se han percatado que no está sucediendo así, apunta Joseph Astrachan, director ejecutivo del Cox Family Enterprise Center en la Universidad Estatal de Kennesaw. «Deberían reafirmar que esa persona es un miembro valorado por la familia y comunicarse con él desde el punto de vista del cariño», anota.
También es crucial explicar por qué la persona está siendo despedida para que se trate de una decisión de negocios, y no una basada en emociones. Y aunque la familia no tiene que cambiar su decisión, deberían escuchar la perspectiva del familiar, dice Astrachan.
Gestión de los detalles
En cuanto a los detalles exactos del despido, los expertos recomiendan ser generosos. Los dueños podrían ofrecer al familiar que reciba su sueldo mientras explora otras carreras. También podrían pagarle a un asesor para planificar su futuro profesional. Y si éste pasa por fundar una empresa, una buena idea sería invertir en ella.
Cuando el familiar es accionista, la situación es más complicada. Si el familiar tiene control sobre el voto del consejo, no se puede hacer mucho para que se marche, indica Donald DiCarlo, director gerente en Wilmington Trust. Si no tiene ese control, se corre el riesgo de que la persona empiece a liquidar títulos, indica DiCarlo.
«El objetivo es mantener el negocio operando de manera rentable, y no hacer algún enemigo dentro de su familia», expresa Edward Kohlhepp, un asesor financiero en Pensilvania
Fuente: Original WALL STREET JOURNAL. Veronica Dagher. Publicación de www.expansion.com