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Firmeza y ternura, dos virtudes de las mujeres que forman parte de Empresas Familiares
La mujer es un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo. William Shakespeare
En el día internacional de la Mujer, compartimos unas reflexiones sobre su lugar e importancia en las Empresas Familiares. Además, nos parece que crean valor al aportar dos virtudes esenciales, como son la firmeza y la ternura, dos caras de la misma moneda.
Propiciamos una cultura de Empresa Familiar que tenga tres elementos o presupuestos esenciales, a saber:
- Sustentabilidad económica
- Armonía en los vínculos
- Desarrollo de las personas
Estén o no estén en el organigrama o de manera formal en los órganos de gobierno, nos preguntamos:
¿Cómo crean valor las mujeres (madres, esposas, parejas, hijas, familiares, etc.) en las Empresas Familiares?
Estamos convencidos de que crean valor aportando dos virtudes esenciales, como son la Firmeza y la Ternura.
¿Qué es la firmeza?
Según el diccionario, firmeza es estabilidad, fortaleza. Entendemos la virtud de la firmeza como la capacidad de limitar, de exigir, de lograr desarrollar lo que potencialmente está en aquel que está creciendo.
El río que avanza y choca con las orillas, sufre con ese límite. Sin embargo, la función de la orilla es esencial para el río. Le indica sigue, sigue hacia el mar, no te conviertas en agua estancada y putrefacta. No tener límites o firmeza, no poner límites en una Empresa Familiar es peligroso, puede ser mortal.
Para crecer, una Empresa Familiar necesita de la firmeza (que dan las mujeres) para propiciar normas, conductas y actitudes responsables, alineadas con la misión de la empresa.
La mujer puede (y muchas veces felizmente lo es) sinónimo o garantía de firmeza en las Empresas Familiares. Esa firmeza es garantía de sustentabilidad y puede ayudar al desarrollo personal.
Si bien recibir limites o palabras firmes cuestan o duelen a quien los recibe, son necesarios para crecer. ¿Qué empleado o socio no necesita recibir límites, observaciones, críticas constructivas, al presentar un trabajo o propuesta? ¿Quién puede crecer si no se somete a la firmeza de sus jefes/as, si no escucha las observaciones de otros, si no sabe trabajar para satisfacer las necesidades reales de sus clientes?
Firmeza no es establecer límites excesivos, que sería rigidez o rigorismo. Por otra parte, ausencia de firmeza o de límites sería facilismo, “vale todo” en la Empresa Familiar.
Nos preguntamos: ¿puede un fundador crear y sostener una Empresa Familiar sin el aporte y la firmeza de una mujer al lado?
¿De qué manera puede manifestar la mujer su firmeza en una empresa Familiar? En la exigencia de separar las cuentas bancarias personal de las empresariales, en propiciar espacios de diálogo diferentes para temas personales de temas empresariales, en usar los bienes de la empresa para uso personal en forma razonable y no desmedida, en establecer horarios de trabajo similares para familiares y no familiares, en impulsar requisitos de ingreso, estudio o trabajo independientes de las personas o familiares.
Así, la firmeza puede hacer de tutor, de orilla para el río, para que la Empresa Familiar pueda ser sustentable sobre bases sólidas, satisfaciendo las necesidades de sus clientes.
¿Qué es la ternura?
Según el diccionario, la ternura es la cualidad de la persona que muestra fácilmente sus sentimientos, especialmente de afecto, dulzura y simpatía. La verdadera ternura posibilita el reconocimiento, la diversidad, la buena convivencia humana.
Es un hecho comprobado que la virtud de la ternura es más connatural a la mujer.
La ternura no es sinónimo de debilidad sino de fortaleza. La ausencia de ternura podría llevar a la prepotencia, al atropello, a la desconsideración del otro, etc.
¿De qué manera puede manifestar la mujer su ternura en una empresa Familiar?
La mujer puede aportarla para comprender, para reconocer el aporte de los que trabajan, para separar los temas familiares de los de la empresa.
Además, la ternura permite tener armonía o respeto por aquellos miembros que necesitan ayuda o protección.
Nuestra responsabilidad como miembros de una Empresa Familiar
Desde el lugar y responsabilidad que cada uno de nosotros ocupemos en nuestras Empresas Familiares (socios, directores, empleados, familiares, etc.), ¿favorecemos una cultura de Empresa Familiar con más firmeza y ternura?
¿Son las mujeres que integran nuestras Empresas Familiares fuentes de firmeza para la creación de normas internas claras, para generar metas sustentables, para favorecer actitudes armoniosas, para ayudar al desarrollo de las personas?
¿Son las mujeres que integran nuestras Empresas Familiares fuente de ternura, que propicien dialogo sincero y necesario, que permita hablar adecuadamente los temas que no se pueden postergar?
¿Hacen escuchar su voz las mujeres que hablan, por ejemplo, por algún familiar discapacitado que necesita ser protegido con los beneficios de la Empresa?
Ambas virtudes son dos caras de la misma moneda pues son necesarias para propiciar una mayor sustentabilidad económica y una mejoría en los vínculos.
Una firmeza sin ternura podría llevar a una rigidez asfixiante, mientras que ternura sin firmeza podría derivar en un permisivismo sin futuro.
Invitamos a reflexionar: ¿Qué es lo que más valoro de las mujeres de mi Empresa Familiar: su firmeza, su ternura u otros valores?
Sea cual fuere mi lugar en mi Empresa Familiar, ¿Qué puedo hacer yo para favorecer un clima que incluya esos valores?
Autor: René Llapur.Consultor en Empresas Familiares