“No es lo que pasa sino qué hacemos con lo que pasa.”

Estamos transitando una situación inédita, que sin duda tiene y tendrá, un impacto sin precedentes en nuestras vidas, nuestra economía, nuestra manera de hacer negocios. Y por ende, en nuestra sociedad y en el mundo en general. Con certeza el mundo no será igual, no obstante, tenemos la posibilidad de que sea aún mucho mejor!.

Cuando hablábamos en nuestras charlas de lo vertiginoso del cambio del entorno, de nuestra necesidad de adaptación, de aprender a transitar la incertidumbre, de manejarnos en entornos  volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos (VICA). No hay duda de que esos tiempos han llegado. -¿Estamos preparados?.

El COVID-19 vino a irrumpir en nuestra realidad global y requerirá de fuertes reflexiones de cómo estamos actuando en el planeta.  Todos somos conscientes, que habrá un antes y un después de esta gran disrupción. Esta vez el Cisne Negro vino de la propia naturaleza y nos preguntamos: desde qué lugar vamos a dar respuesta. 

-¿Estaremos preparados como sociedad para ello?. Desde la transgreción del ciudadano común de romper la cuarentena hasta algunos servicios de películas on -line que ofrecen historias de pandemias y similares, se favorece el miedo y el caos. 

Desde nuestro lugar, y como consejera de familias empresarias, los alentamos a reflexionar desde dónde van a responder ante la magnitud de los acontecimientos. 

“ El mundo no cambia somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a este nuevo mundo que se nos presenta.”

Quienes somos apasionados por las empresas familiares sabemos ver en ellas verdaderos equipos de trabajo, aunque no siempre son conscientes de ello.  Equipos capaces de dar respuesta certera a los desafios del entorno de manera eficiente. 

Advertimos que esto es así porque lo hacen desde sus valores, desde sus principios, desde su propósito como familia empresaria. Se apoyan en las fortalezas de sus miembros para generar oportunidades y sortear las adversidades.

Con este breve artículo quiero invitarlas a ser conscientes de sus potencialidades y no perder de vista el lugar desde el cuál van a dar solución a este nuevo reto que hoy se nos presenta.

Tres son las posibilidades que podemos elegir. Porque por suerte, esta sí, es una elección. El COAVID-19 penetró en nuestras vidas, quehaceres, familia, trabajo, etcétera. Esta realidad  no la podemos modificar, es un hecho!. Será más o menos grave, según el nivel de responsabilidad de cada uno de nosotros como individuos. Pero ¡está!

Si es un elección,  desde qué lugar vamos a dar respuesta a esto que “pasa”. En cuánto nos vamos a involucrar y responsabilizar desde  nuestras opciones y nuestro accionar.

¿Desde el temor o el miedo?

Si lo hacemos desde allí probablemente sigamos incrementando la escasez, generando malestar en nuestros trabajadores, cortando cadena de pagos entorpeciendo la economía, y hasta quizás manteniendo un modelo de negocio ya inviable y obsoleto. 

¿Desde el aprendizaje?

Seria dar un pasito más allá dejar de lado el temor para comenzar a evaluar otras posibilidades. Aprender de lo que sucede y analizar qué oportunidades se nos presentan. Ante toda crisis hay un oportunidad, para verla debo dejar de lado una actitud negativa para entrar en el mundo de las posibilidades.   A través de los medios tecnológicos usarlos a nuestro favor y poder reunirnos en familia para poder reflexionar y avizorar nuevos horizontes. Tiempos para hacer introspección como familia empresaria, evaluar y rediseñar. Favorecer espacios Intergeneracionales, compartir experiencias, escuchar otros puntos de vista, abrirnos a las propuestas de los más jóvenes, evaluarlas, abrir espacios de diálogo.

¿Desde el crecimiento?

Para pasar a esta etapa debemos haber transitado  la anterior. Poder ver este momento como una oportunidad para hacer los cambios que el mundo requiere. Diseñar el futuro que deseamos para nosotros y para nuestro entorno desde una mirada del “valueship”:de las posibilidades, de nuestras fortalezas,  mirando la mitad del vaso lleno, del uso de la tecnologia consciente, desde el propósito como familia empresaria, desde la abundancia, desde la inteligencia colectiva, desde la generación de posibilidades creativas e innovadoras a la altura de los cambios que el mundo hoy nos está pidiendo que hagamos

¡De ésta salimos juntos!

Autora: María de los Ángeles Lucero Bringas PHD. Aportando valor a las familias empresarias. Consultora de Empresa Familiar y Directora de Investigación de IADEF.